Vacaciones en Cantabria
Al norte de España, en la costa del mar Cantábrico, se encuentra la comunidad autónoma de Cantabria. La pequeña superficie que ocupa está llena de bellos paisajes, un contraste de colores que va desde el verde intenso al azul del océano Atlántico. Desde la parte más montañosa hasta el litoral, donde se encuentran algunas de las mejores playas de España, la provincia es un destino ideal para amantes de la naturaleza, de los pequeños pueblos detenidos en el tiempo, de la gastronomía, del turismo rural, de los faros, y de los deportes al aire libre.
Si hay un buen baluarte de la gastronomía, la arquitectura, la tradición y la cultura cántabra es, sin duda, el pueblo, y en esta región hay más de uno que vale la pena recorrer. Pueblos con encanto, como Potes, cruzado por multitud de puentes y base perfecta para conocer los Picos de Europa, son de visita obligada. Comillas, la joya costera, se alza como una villa pesquera tradicional con encantadores rincones, como los edificios y jardines de la Universidad Pontificia o el Palacio de Sobrellano. No se queda atrás Santillana de Mar, ni Liérganes, y desde luego, tampoco Bárcena Mayor.
Las playas de Cantabria son un regalo que deja la costa cantábrica en sus 285 km de largo. Querida por los amantes del surf y por los que buscan disfrutar más de la calma en la arena, hay para todos los gustos: en parques naturales, urbanas, más escondidas o agrestes. La de Covachos, en Soto de la Marina, tiene un acceso complicado, pero vale la pena. Al contrario que la de Oyambre, en el Tejo, donde los prados llegan hasta la arena, o la del Sardinero, en Santander, rodeada por un barrio con gran historia.
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